El trazado de la cadena productiva de la leche empieza con la fase de descarga del producto procedente de los establos, pasa por las diferentes
elaboraciones hasta llegar al producto acabado (productos lácteos y quesos).
Para cada fase de descarga se registran de forma automática las condiciones de la leche (Temperatura – PH) y, creando una ficha de producto,
se añadirán e un segundo momento los análisis químicos realizados posteriormente por el laboratorio a través de las muestras extraídas.
Por tanto, en todo momento, es posible remontarse a las características de la leche que se ha utilizado para la producción de un determinado lote, lo que permite, consiguientemente, remontarse a posibles anomalías de elaboración de la cadena productiva.
Una parte importante de la cadena de la leche es el trazado de la desinfección de las instalaciones.
Se trazan todos los ciclos de lavado y desinfección registrando la hora de inicio y la duración, con la indicación de las temperaturas de lavado y de las concentraciones de desinfectante
con las que se han llevado a cabo.